La España musulmana
La península ibérica antes de la llegada de los musulmanes
La península Ibérica, estuvo gobernada por los visigodos, cuyo reino abarcaba lo que hoy es España, Portugal y el sur de Francia y que en aquella época era lo que fue Hispania. A comienzos del siglo VII, el reino visigodo se encontraba en una situación políticamente inestable. Dos clanes familiares godos se disputaban el reino casi en guerra civil, aparte que la peste estaba diezmando a la población. Es así como violentamente asume el reino Rodrigo (Roderico) perteneciente al clan Chindasvinto-Recesvinto.
En el corto reinado de Rodrigo es cuando se produce la invasión musulmana. Con una tropa de 15.000 hombres al mando del general bereber Táriq ibn Ziyad, Rodrigo es derrotado y muere en la batalla de Guadalete, al sur de la península. En el transcurso de 11 años, los musulmanes logran apoderarse de toda Hispania, a ello contribuyó la alianza de los godos pertenecientes al clan adversario a Rodrigo, a cambio de conservar sus privilegios señoriales y a la población judía, agobiada por los impuestos.
Al-Ándalus
La ciudad de Córdoba va a ser el centro del gobierno por el año de 716, ejercido por un Bali (Wali) o gobernador nombrado por el califa de Damasco siendo Mūsà ben Nuṣayr el primero de ellos. Todo el territorio conquistado pasará a ser llamado Al-Ándalus. Los musulmanes van a ser tolerantes con los cristianos y judíos por pertenecer a religiones abrahanicas, cosa que en el futuro permitirá un intenso intercambio cultural.
Córdoba pasa a ser un emirato y más adelante un califato
Corría el año 750, en Damasco se produce un cataclismo político, la familia de los Abasíes desplaza del poder a los Omeyas, asesinando a todos sus miembros excepto a Abd al-Rahman I (Abderramán), y trasladan el califato a Bagdad. Abderramán huye a Al-Andalus y se proclama emir de Córdoba estableciendo un estado islámico políticamente autónomo, en franco desafío a los Abasidas. Allí le sucedieron varios emires hasta llegar a Abderramán III, quien se proclamó califa de Córdoba en el año 929. Con el propósito de concentrar el poder político y religioso.
La decadencia
El califato llegaría a su fin en el año 1031 gracias a la incapacidad de Hisham II por lo que el poder recaería en Almanzor. Las guerras civiles hacen que se formen 33 principados independientes llamados Taifas. Grupos cristianos se establecieron al sur de los Pirineos y las zonas de Cantabria. Se consolidan los reinos cristianos de Aragón, Navarra, Castilla, Cataluña y Asturias. Las disputas por la sucesión a la muerte del último califa aunado nuevas invasiones por almorávides y almohades más las presiones de los reinos cristianos hicieron que al final solo quedara el reino nazarí de Granada como último bastión musulmán, el cual caería en el año de 1492, con el triunfo de los reyes católicos.
Las aportaciones de los musulmanes a España
Durante el período de dominación musulmana hubo un intenso progreso cultural en la península Ibérica, en comparación con el resto de la Europa medieval. Una de las razones fue la separación entre la religión y la ciencia de tal manera que una no coartara a la otra, así como la cultura en general.
Algunas de las aportaciones de los musulmanes a España:
El conocimiento matemático avanzó porque trajeron de Egipto el sistema de numeración así como las operaciones y expresiones numéricas que gracias a ellos conocemos como álgebra, en sí, una palabra de origen árabe.
Los filósofos más destacados de esta etapa fueron Averroes y Maimónides. En cuanto a la astronomía, se construyeron aparatos para observar los astros predecesores del astrolabio.
En la medicina se lograron adelantos para prevenir la propagación de epidemias mediante el aislamiento de los pacientes afectados. En Córdoba, se instaló la primera escuela de medicina donde se practicó la cirugía cerebral. Se investigaron las propiedades medicinales de varias especies vegetales.
Son notables las construcciones de fortalezas, mezquitas y palacios algunos han sobrevivido hasta nuestros días, entre los que se destacan: la Alhambra de Granada la Mezquita de Córdoba, el Generalife, la Aljafería de Zaragoza, Palacio de Medina Azahara, la Torre del Oro de Sevilla, la Giralda de Sevilla, la Mezquita del Cristo de la Luz de Toledo la Alcazaba de Málaga y el Castillo de Gormaz entre otros