El barco de vapor

Los avances en los medios de transporte son los que han permitido al ser humano evolucionar y progresar. También descubrir los límites del mundo conocido. Y el barco a vapor sin duda fue toda una evolución en el transporte por el agua. Hoy te explico todo lo que necesitas saber del barco a vapor y su historia. 

Los orígenes del barco de vapor

Hay constancia, gracias a un documento fechado en 1965, que el primer intento de propulsar una máquina a vapor fue en 1543.

Este proyecto consistía en impulsar una galera de 300 toneladas con seis ruedas de paletas que serían movidas por una máquina a vapor.

Era un proyecto ambicioso y en aquella época era imprescindible la financiación de la corona española para que saliera adelante. La propuesta nunca obtuvo el respaldo de la corona por lo que se vio abocada al olvido.

Sería entre 1765 y 1790 cuando James Watt daría un giro al concepto de máquina de vapor convirtiéndolo en un invento novedoso y eficaz al incorporar un condensador externo.

Es a partir de aquí cuando empiezan los numerosos intentos por incorporar la máquina de vapor como fuerza motriz a cada uno de los medios de transporte del momento y sobre todo al barco.

Hubo algunos intentos fallidos antes de que llegara el barco de vapor.

En 1803 John Stevens realiza una aportación muy importante al concepto que se tenía hasta el momento de máquina de vapor. Stevens probó a sustituir las ruedas de paleta por hélices siendo esto un gran acierto para el futuro de la propulsión naval mecánica. Aunque el primer barco a vapor aún se construiría con ruedas de paleta.

La revolución del barco de vapor

Si echamos la vista atrás podemos decir que la navegación ha sido a lo largo de la historia pasión y necesidad a partes iguales para el hombre.

El hombre ha utilizado el barco desde hace cientos de años como medio de transporte acuático.  

La llegada del barco de vapor fue toda una revolución. Su llegada ocasionó que las rutas marítimas ya no dependieran de las condiciones climatológicas. El comienzo de la historia del barco de vapor fue el final del transporte marítimo con barcos de vela.

El hombre diseñó varios objetos flotantes que impulsados por el viento y dirigidos por un timón le servirían para poder buscar alimento en el agua y moverse a través de ella.

No obstante, fue el barco de vapor el que originó uno de los avances más significativos para la navegación. 

El inventor del barco de vapor

John Fitch era fabricante de relojes e inventor. Fue él quien construye el primer prototipo de barco a vapor en Estados Unidos en 1787 consiguiendo que navegara por el río Delaware. 

En cambio, la construcción del primer barco a vapor de la historia llegaría de mano de Robert Fulton. Fulton fue un ingeniero e inventor estadounidense apasionado desde la niñez por la navegación y la máquina a vapor. Fue Fulton quien desarrolló y comercializó las embarcaciones a vapor.

Pero tampoco para Fulton resultó tarea fácil ya que construyó un primer prototipo que terminó hundiéndose. Sin embargo, consiguió la gloria con su segundo intento.

Fulton mantuvo conversaciones con otros apasionados de la navegación y la máquina a vapor como James Watt y William Murdoch y decidió reconstruir el primer buque hundido fortaleciendo el armazón. Así fue como consiguió fabricar el primero barco de vapor a paletas.

¿Cuándo se construye el primer barco de vapor?

El primer intento de embarcación de Fulton medía 20 metros de eslora y navegaba a una velocidad que oscilaba entre los 5 y los 9 km por hora, según la corriente. Esta embarcación propulsada por una rueda con paletas a través de una máquina a vapor navegó por el rio Sena. 

Este primer intento de barco de vapor lo realizó Fulton en Francia en 1803. Francia no le dio una buena acogida a este invento por lo que Fulton decidió seguir con su trabajo en Estados Unidos. 

En 1807 Fulton construyó, ya en Estados Unidos, el que sería el primer barco de vapor. Esta embarcación era una pequeña nave de madera propulsada por ruedas que se movían por una máquina a vapor. A este barco le llamarían Clermont. El nombre del barco vino dado por el lugar al que se dirigió en su primer viaje. 

Con este barco Fulton consiguió recorrer 240 km del rio Hudson desde Nueva York hasta Albany con parada en Clermont. 

El Clermont fue el barco que estableció el primer servicio regular a vapor.

El diseño del barco de vapor más extendido era el que llevaba ruedas de paletas a ambos lados del casco. Este tipo de barco era llamado vapor con ruedas y algunos de esto barcos incorporaban además un mástil con velas. 

Este diseño de grandes ruedas podía suponer un inconveniente ya que la anchura de los barcos se veía incrementada considerablemente. Sin embargo, este tipo de barco tuvo un gran éxito en la navegación fluvial. 

En España algunos ejemplos de este tipo de barco fueron el Blasco de Garay o el Colón entre otros.

Mejoras introducidas en el barco de vapor

Inspiradas en las locomotoras a vapor se incorpora la caldera cilíndrica a los barcos de vapor en 1860.

Estas calderas proporcionan vapor a alta presión que aumenta considerablemente la potencia de los barcos y también su velocidad. 

La caldera triple y cuádruple que se incorporaría posteriormente logró solucionar otro de los problemas de estas embarcaciones como era el consumo de carbón. Este tipo de calderas obtenían una eficiencia energética muy superior. 

Estas mejoras supusieron un aumento de la velocidad de las naves y un menor consumo por lo que los barcos de vapor conquistaron rápidamente la mayoría de las rutas comerciales de la época. 

Otra gran mejora introducida en el campo de la navegación a vapor fue la construcción de barcos de hierro y acero. Esto supuso barcos de tamaño inalcanzable para la madera y de cascos más sólidos y ligeros, a la vez que se eliminaron los peligros de rasgaduras en el casco. 

El fin del barco de vapor

En el siglo XIX, con la llegada del motor diésel, el barco de vapor va perdiendo protagonismo. Aunque aún quedan submarinos nucleares que utilizan como plantas motrices turbinas a vapor, el uso del barco a vapor es cada vez menos frecuente.

Sin embargo, aún se conservan algunas de estas antiguas embarcaciones a vapor para el transporte marítimo de pasajeros y así que aquel que quiera pueda probar la bonita experiencia de navegar en un barco de vapor como se hiciera antaño.