¿Qué es la ciencia?

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LA CIENCIA

¿Qué es la ciencia?

Hablar de ciencia es hablar de la evolución del ser humano. Siempre nos ha acompañado incluso cuando aún no éramos conscientes de ello. Aunque a veces nos ha costado entender qué es ciencia y qué no es, incluso aún hoy en día, en pleno siglo XXI seguimos teniendo esa controversia. Pero ¿Qué es la ciencia? Vamos a intentar esclarecerlo. 

La ciencia tiene una amplia variedad de definiciones. Aquí os otorgamos dos definiciones básicas sobre la misma que os pueden servir para entender un poco sobre lo que vamos a hablar.  Por un lado, tenemos la ciencia en su definición más básica como cualquiera de las ramas de las ciencias naturales o físicas que pueden existir, así como también cualquier rama de un conocimiento

Tenemos entonces la ciencia de la física, la ciencia de la óptica, la ciencia de la paleontología, la ciencia de la psicología. Es decir, aquí entra la siguiente definición, la ciencia se caracteriza por ser la rama del conocimiento o estudio que se ocupa de un hecho o verdades sistemáticas que se observan, valoran y experimentan. Por tanto, la psicología en este término es tanto una rama del conocimiento como también un estudio que se ocupa de las verdades de la mente y la conducta, por tanto, la nomenclatura que nos aparece es la de Ciencia de la Psicología.

La ciencia no deja de ser un esfuerzo máximo e incesante por parte del ser humano para descubrir y aumentar su conocimiento sobre las cosas en sí mismas, o la relación entre ellas. El científico hará una serie de observaciones y pondrá su cerebro científico en marcha para generar ideas e hipótesis que lo conduzcan a deducir ciertas predicciones. 

Estas predicciones deducidas serán llevadas de nuevo a observar para corroborar si su hipótesis es cierta o no a través de las inducciones, que serán este tipo de evidencias que acaben corroborando o no su hipótesis original. ¿Pero qué es una hipótesis? ¿Y una inferencia? 

Las hipótesis son básicamente suposiciones que sirven al científico de base para iniciar una investigación. Por ejemplo, creo que Susana hoy me ha mirado mal porque no le he saludado al entrar a clase. Esto es una suposición, o una deducción que nosotros hemos creado a partir de una primera observación. 

Seguidamente, para corroborar dicha información, deberemos volver a observar a Susana, quedar con ella o invitarle a algo para ver si realmente está enfadada con nosotros. Mediante esta segunda observación, inferiremos, es decir, existirá una inferencia, que no dejará de ser una interpretación para ver si la deducción de: “Susana está enfadada conmigo” se cumple o no. 

¿Qué significa la palabra ciencia?

La palabra ciencia, proviene de la lengua clásica, el latín. Esta proviene de scientia, que significa conocimiento. Es decir, el nombre ciencia incluirá todo aquello que esté relacionado con el conocimiento, por ende, el científico será aquella persona que se dedica a conocer y sistematizar su conocimiento con tal de entender el mundo que le rodea. 

Choques entre ciencia y religión

La colisión que existe entre estas dos corrientes es inevitable. A veces la religión trata de apoyarse en la ciencia para intentar llegar a ser más objetiva o válida a nivel general, pero esto casi nunca se consigue.  

Estas dos corrientes llevan a cabo procesos metodológicos y procesos mentales completamente dispares. Por un lado, la religión utiliza la fe, la tradición y el dogma como forma de avanzar. En cambio, la ciencia utilizará siempre la razón, la observación, la inferencia deductiva y el empirismo para investigar y conocer los elementos que la rodean.  

Después de la caída de Roma, la ciencia fue perseguida y escondida durante siglos y siglos por el tradicionalismo religioso, que no dejó avanzar al conocimiento científico hasta la Revolución científica del siglo XVII. Durante dicha revolución se llevaron a cabo asesinatos y censuras hacia figuras importantísimas como Galileo Galilei, que siglos más adelante, concretamente entre el siglo XVIII y XIX promovieron la creación de tesis de conflicto histórico entre la ciencia y la religión a un nivel permanente. 

Sin embargo, esta tesis a nivel histórico ha ido perdiendo relevancia, puesto que en verdad si analizamos la historia detenidamente, veremos que antes de la revolución científica del siglo XVII la religión y la ciencia no eran dos entes separados, sino que convivían en algunas regiones de forma armoniosa. Por ejemplo, gran parte del método científico fue innovado por académicos islámicos y posteriormente por cristianos. Fe y ciencia tal vez no estén tan separadas, simplemente pueden llegar a ser compatibles. 

A nivel público se ha investigado sobre esta opinión en EEUU y se concluye que los grupos más religiosos no ven ningún conflicto con la ciencia, como hemos dicho pueden ser compatibles y que un individuo aspire a ambos. Por ejemplo, aunque parezca contra intuitivo, existen científicos que son religiosos.

Sin embargo, en cuanto a aspectos morales sí es más chocante la división que existe y eso produce a veces conflictos cuando los científicos cuestionan los principios morales religiosos que existen, como por ejemplo, el aborto.  

Por último, a sorpresa de todos, se ha investigado que los países más religiosos son justamente aquellos que tienen mayor optimismo y filia por la ciencia, mientras que aquellos que no lo son tanto, sufren un cierto escepticismo hacia la tecnología y el conocimiento de la ciencia.  EEUU igualmente es un caso aparte, teniendo el mejor equilibrio entre religión y ciencia.   

Ramas más importantes de la ciencia

Existe un sinfín de ramas que pertenecen a la ciencia. Como hemos dicho al principio, la ciencia ocupa todo aquello que refiere al estudio y observación de fenómenos reales. Por tanto, es un saco donde entraría una gran cantidad de doctrinas. Para no complicarlo, hemos dividido las ciencias en cinco tipos:

Ciencias formales: 

Son conjuntos sistemáticos de conocimientos racionales y coherentes que no pertenecen al mundo tangible, pero que pueden ser trasladados la realidad en sí misma.  El método de las ciencias formales es la deducción, no admite la inducción. La verdad en esta ciencia se entiende como la verdad lógica, es decir, consecuencias seguidas por la consideración de todas las posibilidades o formas en las que pueden combinarse los hechos preestablecidos.  Ejemplos serían las matemáticas, la lógica pura o la ingeniería informática. 

Ciencias naturales:

Este tipo de ciencias utilizan el método empírico analítico para estudiar los fenómenos naturales. Se apoyan en las ciencias formales, sobre todo en las matemáticas. 

Sus ramas principales serían la física, la química, la astronomía, la biología y la geología.

Ciencias humanas:

Esta concepción nace del estudio del ser humano y sus manifestaciones como el lenguaje, el arte, el pensamiento, su historia, etc. Más adelante, entre la ciencia anterior y esta, surge la sociología, que da paso a las ciencias sociales.

Ciencias sociales:

Se trata de una ciencia que trata de conocer las interacciones sociales y los fenómenos de masas.  También se pueden designar como ciencias humanas y sociales.  

Ciencias aplicadas:

Se trata del área más práctica del saber. Utilizan el conocimiento científico para resolver problemas de índole práctica para el desarrollo y uso de la tecnología o la industria. Todo está enfocado y dirigido como fin último a su uso en el ámbito práctico. Su opuesto sería la ciencia fundamental, que solo se ocupa de la investigación científica sin un fin práctico inmediato, solamente para aumentar el conocimiento de un cierto tema en concreto. 

Origen de la ciencia

Existen dos ramas para considerar los orígenes de la ciencia. 

Por un lado, tenemos el famoso criterio de Isaac Newton que atribuye el “ver más allá de las cosas” a “estar sentado en los hombros de los gigantes”. Esto quiere decir que la ciencia como tal empieza y avanza gracias a los conocimientos que trajeron los grandes filósofos y figuras que transformaron el mundo con su pensamiento en la Antigua Grecia, como Aristóteles o Platón, o aquellos que lo revolucionaron a nivel intelectual, como Da Vinci, Galileo, Einstein, Newton, etc.

Sin embargo, existe otra rama más humilde, que no está de acuerdo con este criterio, puesto que considera que la ciencia como tal surge gracias a la necesidad del pensamiento y el cuestionamiento del mundo por parte de trabajadores, campesinos, comerciantes, y demás seres humanos que se vieron con la necesidad de desarrollar y producir conocimiento a través del ensayo y el error, y no tanto a partir de teorías científicas.  Por tanto, este criterio defiende que la ciencia surgiría en primer lugar de los trabajadores y la gente humilde de a pie.

Pero si tenemos que quedarnos con un origen para dar una explicación más concisa podemos quedarnos con el primer criterio. La ciencia surge de la antigüedad con su representante por excelencia, Aristóteles, investigador que más adelante sería criticado por creer que una piedra grande caía antes que una pequeña.  Experimentar no pertenecía a esa época, la ciencia era solo conocida para aquellas clases más altas. 

Seguidamente la ciencia antigua acabó siglos después con la llegada de la Revolución Científica del siglo VII cuando Galileo demostró que el geocentrismo estaba equivocado. Esto abrió una nueva relación entre la naturaleza y el ser humano que fue seguida por muchos más autores como Newton. Esta revolución continuó hasta llegar al despertar racional de la ciencia clásica durante la revolución industrial, que iría poco a poco salvando a los seres humanos de la pobreza y la miseria.  

La ciencia moderna por último comenzó a principios del siglo pasado con descubrimientos como los rayos X, el electrón o la radioactividad. La figura más influyente de esta época fue Albert Einstein. Este hombre trajo consigo nuevas teorías que catapultaron el entendimiento humano sobre la naturaleza, básicamente pasamos de la velocidad del caballo a la velocidad de la luz, la combustión por la fusión nuclear, y la idea de unión fundamental a nivel natural. 

¿Qué ha aportado la ciencia al ser humano?

La ciencia ha aportado muchísimo a la salud del ser humano. Gracias a ella podemos vivir mejor, más tiempo, cuidar mejor de nosotros y de los demás, curar enfermedades, aliviar dolores, evitar sufrimientos, etc. Los alimentos son más ricos gracias a los avances científicos que han depositado mejoras en los productos alimentarios. 

El suministro de energía parte de la ciencia, sin ella no podríamos entender ni modificar a nuestro antojo los recursos primarios que nos ofrece la tierra para poder utilizarlos en post de nuestro bien.  

La ciencia impulsa un razonamiento y un modo de pensar que también favorece a nuestra sociedad. Un pensamiento racional, basado en la verdad es sustancial e importante a más no poder para conseguir mejorar los conjuntos sociales. Sin la ciencia, no podríamos entender cómo se desenvuelven las ciudades megalómanas que a día de hoy imperan en todo el mundo. El crecimiento de la natalidad y el aumento de la esperanza de vida requiere de un conocimiento cada vez mayor de las ciencias humanas y sociales.  

La ciencia formal nos ha traído ventajas a todos los niveles. Gracias a ellas todas las demás ciencias y doctrinas han podido avanzar para mejorar nuestra calidad de vida y aumentar nuestra exploración y conocimiento del mundo. El lanzamiento de cohetes no sería posible si no fuese por las leyes newtonianas que se desarrollaron en el siglo XVII. 

La educación cada vez avanza más, y gracias a la ciencia se imparte mediante modelos teóricos y mediciones una serie de estrategias educacionales cada vez más y más válidas y precisas para mejorar las capacidades intelectuales.   

Por último, y no menos importante, la ciencia ofrece un camino y un fin al ser humano, le ayuda a entender el mundo en el que vive y no perder el rumbo y la claridad mental para entenderlo o dejar de hacerlo.  

Como reflexión final, pensad en la de cosas que podéis hacer hoy gracias a la ciencia, gracias al trabajo de científicos de todas las ramas posibles podemos disfrutar de un transporte más rápido, un sistema de comunicación más eficaz, poder utilizar un inodoro, escuchar música, lavarnos las manos, pagar con tarjeta, abrigarnos mejor, no pasar calor, poder leer miles de libros, cocinar platos exquisitos, etc.